Entró en nuestras vidas como Oksana, en la serie Merlí, en TV3. Ha participado en “El día de mañana”, “Matar al padre”, Hache”, “Los favoritos de midas” o “Citas”. También las películas “Vilafranca”,”La Tierra llamada Ana”, donde obtuvo el premio a la mejor actriz en el IX Festival de Cortometrajes Iberoamericano o “Sol creciente”, donde fue candidata a los Premios Gaudí de 2018. Ahora está en la segunda temporada de “Estoy vivo”, y acaba de rodar “Alegría”, película que veremos pronto.
¿La fama te ha llegado demasiado temprano? El éxito es un término con el que no comulgo, no entiendo el éxito como fortuna laboral.
¿Hay un antes y un después de Merlí? Fue el momento donde pude dedicarme a lo que quería. Donde hay muy poco lugar y muchos actores que se quieren dedicarse. Encima nos queriamos y no hacíamos ninguna cosa banal. La asignatura de filosofía estaba para desaparecer y dijeron “quizás la necesitamos para vivir”. Merlí fue un SI, en una industria, que normalmente es uno NO.
Tienes uno Insta provocativo o irreverente. Ya lo sé. Lo uso de altavoz para las cosas que no me gustan. Muchas veces publico cuando estoy enfadada.
Ser mujer significa… tener que luchar el doble, si eres mujer precaria todavía más, y si eres mujer racializada, todavía mes, si eres mujer no binaria, aún mes. Ser mujer es una lucha constante. Ser mujer “es cualquier experiencia que viva cualquier mujer”, porque cada cual tiene su vivencia.
¿Queda mucho para decir? Para quejarse y luchar hay muchas cosas por decir. Tenemos un mundo de mierda y no lo tenemos fácil para mejorar la situación.
¿De que podrías ser tu altavoz? Yo de lo que sé es de feminismo, he vivido violencias machistas y por eso lo explico. Casi todo es sistémico y la violencia machista, clasista y racista es lo mismo. Lo que puedo hacer es compartirlo.
La gente en las redes cuelga el happylife, ¿y tú lloras? Es una iniciativa que empecé con Claudia Serrahima, se llama A flor de piel. Queríamos dar visibilidad a la tristeza, puesto que hay mucha. Los jóvenes están con cuadros de depresión y ansiedad, buscando terapeutas como locos. Es muy grave.
Has trabajado con Coixet, ¿que significa? Sabe muy bien lo que se hace. Fue un aprendizaje muy importante. Es una buena mentora. Está en un lugar de poder y eso mola. Tenemos mujeres tremendas como directoras.
¿Te asemejas a tus personajes? Sí, depende. Las personas somos poliédricas. Me influyen y me va muy bien para entenderme e identificar hechos de mí misma. Los actores tenemos que tener la terapia hecha o las emociones domesticadas, puesto que se te puede “ir la olla”.
¿Poliédricas? Tenemos muchas caras y las vamos descubriendo durante nuestra vida. Me parece bonito, tener la oportunidad de cambiar, y vernos y poder identificarnos con cualquier personaje.
¿El teatro es una herramienta terapéutica? Todos necesitamos terapia. El arte es sanador, colocarte en otras vidas te puede llevar a la cura, y puedes sanar las experiencias negativas y las heridas emocionales y existenciales.
¿Te ves de grande encima un escenario? Si, más que en la vida.
Contraportades
Les persones somos poliédricas
Entró en nuestras vidas como Oksana, en la serie Merlí, en TV3. Ha participado en “El día de mañana”, “Matar al padre”, Hache”, “Los favoritos